Feria de Abril de Sevilla. Entre la apertura y la despersonalización.

Una crítica muy frecuente a la Feria de Abril de Sevilla es que se considera una feria muy cerrada en comparación con otras ferias andaluzas o fiestas del resto de España. Aunque al real de la Feria se puede acceder de forma libre y gratuita, la mayoría de las casetas son para socios. Las únicas excepciones son las casetas de distritos, pertenecientes al ayuntamiento, o las casetas de los partidos políticos y sindicatos. Alguna más de entrada libre habrá, pero son las menos.

Bien, esto es cierto. La Feria de Abril es una fiesta para los sevillanos y la gente de fuera puede sentirse fuera de lugar a no ser que tengan algún conocido por aquí. El alcalde Juan Espadas ha mencionado la necesidad de abrir más la Feria. Pero, ¿es esta una buena idea?

En los últimos años se habla del proceso de “despersonalización de las ciudades” por efecto del turismo. El ejemplo más conocido es Venecia. La ciudad se ha ido convirtiendo en una especie de parque temático para turistas. Hasta el punto que su población ha ido decreciendo, mudándose a otras ciudades.

Feria de Abril de Sevilla

El mejor ejemplo del efecto de la despersonalización de las ciudades turísticas se puede ver en sus calles centrales, por donde caminan miles de visitantes cada día. Los locales de siempre van siendo sustituidos por franquicias multinacionales. Cierra una taberna y abre un MacDonalds. Cierra una cafetería centenaria y aparece un Starbucks. El restaurante que lleva ahí de siempre es sustituido por uno del grupo Restalia. La tienda de recuerdos cambia por un Zara.

A mi me gustan los turistas. No solo porque dejen dinero en la ciudad. Me gusta verles pasear y sacar fotos. En cierto modo me hace pensar “jo, que bonita es la ciudad donde vivo que vienen a cientos desde el otro lado del mundo para conocerla”. Y eso me llena de orgullo. Pero reconozco el problema de la despersonalización. Me jode cuando veo que un local “de los de toda la vida” cierra y una franquicia random aparece en su lugar.

Y con todo esto quiero llegar a la Feria. ¿Hasta que punto es malo que la Feria de Abril de Sevilla sea una fiesta “solo para los sevillanos”? Si abrimos mucho esta fiesta corremos el riesgo de caer en la despersonalización. ¿Queremos de verdad que el real se llene de turistas sacando fotos a todo lo que vean? ¿Merece la pena arriesgarnos a que el turismo atraído sea el siempre rechazado “turismo de borrachera”? Porque seamos realistas, ¿qué clase de turismo atraes a una fiesta que consiste en beber, bailar, beber y bailar?

Ferida de Abril de Sevilla

No. Creo que forzar una apertura de la Feria conlleva el riesgo de desnaturalizarla. De convertirla en otro espectáculo para turistas. Como dije al principio, la feria ya tiene casetas públicas, en las que se puede pasar bastante bien (yo mismo he ido a casetas públicas con compañeros de trabajo y la experiencia no ha sido ni mejor ni peor que en una caseta privada)

Tal vez la solución para “abrir la Feria” no pasa por fomentar que los turistas puedan visitar las casetas privadas, como ha planteado el señor alcalde. Tal vez pase por fomentar las casetas públicas, hacerlas más visibles y atractivas.

Como reflexión final, cualquier extranjero o residente de fuera de Sevilla que lleve una temporada viviendo por aquí no habrá tenido demasiado problema en ser invitado a alguna caseta. Que las casetas pueden ser privadas, pero a los sevillanos les encanta invitar a los demás.

Créditos.
La primera foto es de la Feria de 2014, realizada por Sandra Vallaure: Enlace. Licencia CC BY 2.0
La segunda foto es de la Feria de 2009, realizada por Virginia Monita. Licencia CC BY-ND 2.0

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