No suelo hablar de obras que no me han gustado, aunque a veces he hecho alguna excepción, como hice con The Expanse. Hoy voy a hablar de otra serie que he dejado a medias, Altered Carbon, porque es una serie que a priori debería haberme gustado, pero no ha podido ser. Y por motivos parecidos a lo que me pasó con The Expanse.
Altered Carbon, la serie de Netflix
Por ponernos en situación, Altered Carbon es una serie basada en los libros de Laeta Kalogridis que se estrenó en Netflix a principios de 2018. Es una serie de ciencia ficción cyberpunk en el que nos vamos a un mundo cuyo principal característica es la existencia de una casi inmortalidad técnica. Las personas tienen un chip que les va haciendo un backup de sus memorias y en caso de muerte dicho backup es trasladado a otro cuerpo que puede ser mejor o peor según lo que puedas pagar. Incluyendo la posibilidad de moverte a un clon propio, que sería la opción más cara.
Esta serie fue una apuesta por parte de Netflix. Tuvo uno de los presupuestos más altos para una producción propia hasta el momento y la idea era tener su propia “Juego de Tronos”. Es decir, una serie que te venda suscripciones a la plataforma por si misma. Pero no pudo ser y tras una segunda temporada que no gustó demasiado, la serie fue cancelada. Entiendo que precisamente por el alto presupuesto que tuvo.
Y bueno, quizás también por lo que le escuché una vez a un desarrollador de videojuegos. La fantasía vende mucho más que la ciencia ficción.
Mis problemas con Altered Carbon
Tengo varios, aunque en general es mi problema habitual con muchas series. Que tienen un ritmo demasiado lento, como si no avanzaran al ritmo que la historia exige porque tienen que cumplir con 10 episodios de una hora. La trama es de un señor al que le dan un nuevo cuerpo a cambio de resolver el intento de asesinato de un millonario de la alta sociedad. También hay otro asesinato, el de la hija de un pobre tipo que acabará ayudando a nuestro protagonista.
Mi problema es que estas tramas avanzan muy lentas o de forma muy confusa. He llegado a la mitad de la serie y apenas ha habido novedades en la investigación. La situación empeora en el momento en el que me dan igual ambas historias. Vale, han intentado matar a un millonario que nos presentan como alguien desagradable. ¿Y a mi que me importa? O la muerte de la hija del pobre tipo, pues tampoco siento una conexión emocional con ese caso.
Lo de la falta de conexión es otro gran problema. El protagonista no me resulta nada carismático. Me parece un personaje muy plano, tipo duro que habla lentito para aparentar trascendencia y que es muy guay y muy chulito pero no conecto en absoluto con él. Además, cuando nos hacen flashback con su yo pasado en otro cuerpo, es que me parecen personas distintas. O quizás no. Más bien me parecen el mismo tipo sin personalidad definida.
Otra cosa que me mosquea es lo que yo considero el otro gran problema del cine y las series actuales. Las secuencias de acción. Está todo tan coreografiado, se usa tanto digital y se exagera mucho para mostrarnos lo duro, invencible y brutal que es el protagonista. Y a mi esto a estas alturas ya no me impresiona y además, no me resulta realista y me saca de la narración. Prefiero peleas sucias, duras, broncas, en las que el protagonista lo pase mal. En vez de eso, coreografías de ballet.
Y algo bueno
A ver, no todo es malo. La serie propone conceptos interesantes. El asunto de la inmortalidad a través de cambios de cuerpo es algo que me llama mucho la atención desde que lo leí por primera vez en La de Estrella Pandora. Además se le añade el tema religioso, algo que no hacía la obra comentada. Es decir, salen unas personas religiosas que se oponen a esta inmortalidad por ir contra la religión. Idea interesante.
Aunque me mosquea un poco que no se ponga la duda de este procedimiento desde un punto de vista más pragmático y no religioso, algo que si se hace en Estrella Pandora. Es decir, si me hacen un backup de mis memorias y las meten en un cuerpo clonado del mio, ¿de verdad sigo siendo yo? ¿O es otra persona con mi cuerpo y mi memoria, mientras que mi yo primigenio sigue muerto? ¿Qué ocurre con la conciencia? Este tema no se trata
Y eso también me pasa con otros temas. La creación de realidades virtuales y su uso es interesante, aunque la serie apenas lo usa de forma sólida para un capítulo (bastante bueno, por otra parte), en el que se nos recrea una tortura en un entorno virtual, en el que se puede hacer daño de forma continuada a una persona sin riesgo de matarla. ¿No hay más usos de estos entornos? ¿No hay gente adicta a los mismos?
También se plantean problemas sociales, el protagonista pertenece a una especie de organización revolucionaria que son considerados terroristas por el gobierno. Esto está bien, si presentamos una sociedad en la que el dinero te puede dar la inmortalidad de facto, es lógico pensar que surjan movimientos revolucionarios ante tal desigualdad. Que se podrían controlar, por ejemplo, usando la religión para convencer a los pobres de que la inmortalidad artificial es ir contra el plan Dios. Aunque esto que se me acaba de ocurrir, no sale en la serie.
Conclusiones
Como veis, incluso a las cosas buenas les saco pegas. Desconozco la obra original, a veces en un libro es más sencillo profundizar en muchas ideas a la vez. Pero en una serie creo que se corre mucho más el riesgo de dispersarse. Altered Carbon presenta muchas ideas, pero no acaba de profundizar en ninguna, los personajes me resultan demasiado clichés y la trama detectivesca no me interesa.
Y si, invirtieron mucho dinero y dicen que está muy bien hecha y todo eso, pero tampoco me lo parece. Me resultó falta de personalidad, estética cyberpunk clásica sin nada que me resulte demasiado original. Es como si se limitara a imitar la estética de Blade Runner y a correr.
En fin, que si queréis ver algo cyberpunk en Netflix, mejor que veáis Cyberpunk Edgerunners
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