Entre que mi familia es poco dada a las locuras consumistas y que mis padres son muy perros para ir de compras y prefieren darme pasta, solo he tenido un regalito este año, dinero aparte. Un hermoso libro, sobre la felicidad y otras hierbas: El viaje a la felicidad, del señor Punset (lea Punset como yo lo haría, con fuerte acento catalá.). En cuanto termine con el cuarto libro del caballero de glaucos ojos, hábil espada y contenida lengua, pasaré a sumergirme en la busqueda de la felicidad siguiendo el sendero de la ciencia y el raciocinio.
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