Como seguramente sabréis, suelo escuchar música en alemán. Generalmente escucho música moña-pop, muy alejada de la imagen que podríamos tener de la música germana. Hoy voy a hablar de un grupo alemán como dios manda, rock nihilista industrial. Autodestrucción e industria, eso ya encaja más.
Se trata de Einstürzende Neubauten (Nuevos edificios colapsando). Les conocí por un artículo en Jotdown y como no tengo muchas ganas de escribir, os dejo con algunas de las mejores frases del artículo:
– “¡La música de finales de los setenta era espantosa!”, recuerda Bargeld (así se llama el lider del grupo). “Había que oponerle algo, por desagradable que fuera. De hecho, queríamos hacer música desagradable”
– (Bargeld es alguien) “completamente destruido: nunca había visto a nadie que pareciera tan enfermo”. Cave describió los gritos de Bargeld como “sonidos que esperarías oír procedentes de gatos estrangulados o niños moribundos”
– En sus conciertos los Neubauten pueden pasar de la sensual y melancólica Sabrina a dejar sordo al respetable con un molesto y desagradable pitido cuasiultrasónico alargado varios minutos durante una versión de Redukt
El caso es que es un grupo peculiar. Tienen canciones realmente odiosas, que hasta te hacen sentir incómodo mientras las escuchas (por ejemplo, Die Wellen), con canciones realmente geniales, aunque siempre difíciles de escuchar a la primera
Os dejo con una de sus canciones más asequibles, Nagorny Karabach:
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