Hoy voy a responder a un artículo leído esta mañana en el ABC de Sevilla. Podéis leer dicho artículo en:
https://www.abcdesevilla.es/20080927/-/particula-divina-200809262232.html
Este artículo es, desde mi punto de vista, el más sesgado, indocumentado, demagógico e irracional de todos los que he leído sobre el LHC en mucho tiempo.
«La diosa Ciencia acaba de recibir el mayor revés desde la Torre de Babel. Llevaba la «comunidad científica» mesándose las barbas desde hacía cuarenta años por dar el salto definitivo hacia la conquista de los poderes sobrenaturales.»
Empezamos con una extraña relación entre la «diosa» ciencia y temas del pentateuco. La ciencia no busca «conquistar los poderes sobrenaturales», sino comprender el funcionamiento de la naturaleza. Lo sobrenatural no es ciencia.
«Buscaba con denuedo la «partícula divina», ésa que hizo posible el «big bang». En otras palabras, el Hombre retornaba al viejo mito de comer del árbol de la ciencia para ser como Dios.»
Claro ejemplo de no haberse informado. El Bosón de Higgs no es «la partícula que hizo posible el big bang». Es la partícula, hipotética, que explicaría el origen de la masa. Esto es fácil de averiguar con un poco de documentación, tan sencillo como buscar: «Bosón de Higgs» en Google y leer el contenido del primer enlace.
«Esta vez, el fruto prohibido ha costado 6.200 millones de euros.»
Me gustaría saber si este articulista ha criticado el coste de los Juegos olímpicos, cinco veces superior, o del «plan de rescate del capitalismo» de Bush, más de cien veces superior
«La física en este caso ha querido instaurar un mundo nuevo. De nada ha servido que otros cerebros de laboratorio hayan advertido sobre los peligros de alteraciones gravísimas en el espacio que habitamos»
Mira, ahora habla bien de algunos científicos. Supongo que lo hace porque estos científicos están de acuerdo con él. Por cierto, los peligros del LHC han sido rebatidos cientos de veces con argumentos extremadamente sólidos. ¿Por qué no comenta eso el articulista?
«Los pedigüeños de fondos públicos para usurpar el lugar del Creador pusieron en marcha el pasado día 10 de septiembre, lo que podía ser el fin del mundo o el comienzo, como digo, de un nuevo universo. Le llaman Gran Colisionador de Hadrones (con hache, no se confundan).»
Ahora califica a los científicos como «pedigüeños de fondos públicos» e incluso, de forma velada, les dice ladrones. El dinero público viene del bolsillo del contribuyente. Y yo, y muchos como yo, estamos totalmente de acuerdo en que se invierta en desarrollo científico, sin el cual, por ejemplo, yo no estaría escribiendo esto ahora.
«… Perseguían, pues, tan magnos alquimistas, con su acelerador, lo que llaman la «partícula divina» o «bosón de Higgs».»
Otro insulto a los científicos, a los que califica de alquimistas. Bueno, yo a partir de ahora no le llamaré escritor ni periodista, sino «pobrecito articulista». Si tiene algo de conocimientos sobre la historia del periodismo en España, supongo que no se lo tomará mal.
«Pero esta penúltima muestra de megalomanía faraónica se ha venido abajo en apenas nueve días —dos más que los empleados por Dios para crearlo todo—, que es lo que ha tardado en sufrir una avería «costosa» que no estará reparada «al menos hasta primavera».»
Ahora nuestro pobrecito articulista afirma que el LHC se ha estropeado en dos días más de los empleados por dios para crear el mundo. Según esto, 9 – 2, dios creó el mundo en 7 días. Le recuerdo que, según el génesis, dios creó el mundo en 6 días y al séptimo descansó. Ni la Biblia conoce bien.
«Ya en las primeras horas del invento, un grupo de piratas informáticos griegos se introducía en la red de ordenadores del LHC y destruía algunos archivos, para poner a prueba su vulnerabilidad Y cuando todo eran promesas de éxito, de dominio de los últimos secretos de la materia, el apagón ha sido monumental y artístico.»
Respecto a lo del ataque, tranquilizar a nuestro pobrecito articulista que una cosa son los ordenadores de control, que no tienen conexión al exterior y otro los ordenadores donde se publican los datos. Son cosas muy distintas. Aunque supongo que cuando se quieren soltar avisos amarillista y apocalípticos la realidad no importa demasiado. Pero bueno, ahora viene lo mejor.
«Todo esto ha sucedido cuando ETA ha vuelto a asesinar en España. Y lo ha hecho en una calle llamada Almirante Carrero Blanco de Santoña, la localidad natal del presidente cuyo atentado cambió nuestra Historia. El mismo nombre que pronto será borrado del nomenclátor sevillano que, no obstante, mantiene los de Carlos Marx y el estalinista José Díaz, y que dedicará una calle a la II República (¿y por qué no a la primera?).»
También ha sucedido mientras en USA se desploma el sistema bancario. Puestos a mezclar churras con merinas y a hablar de ETA y memoria histórica en un panfleto contra el LHC, ¿por qué no relacionarlo con otros temas? Le voy a dar un consejo a nuestro pobrecito articulista para un nuevo artículo: «La inversión en ciencia causa la caída del capitalismo»
«Con motivo del crimen terrorista, los rectores españoles, que son los que mandan en la comunidad científica, emitieron un comunicado en el que expresaban su «repulsa por cualquier acto que atente contra la vida de cualquier ser humano». ¿También del no nacido, magníficos señores rectores de España, donde más de un millón de niños han sido masacrados legalmente en el vientre de sus madres durante los últimos 23 años (muchos podrían ser alumnos suyos) sin que ustedes hayan protestado?»
Ahora aprovecha un documento de repulsa contra el atentado, para lanzar soflamas contra el aborto. Por cierto, los científicos si se han pronunciado sobre el aborto. De hecho, las leyes de plazos, vigentes en muchos países, se basan en estas opiniones.
«No puedo evitar sentir náuseas ante la hipocresía de buena parte de la comunidad científica. Y me religo a las enseñanzas de las Sagradas Escrituras en esto como en todo. Sigo creyendo en la «partícula divina» según el libro del Génesis»
Y esta es la guinda que colma el vaso.
Mi querido y respetado pobrecito articulista. Renuncie a su teléfono móvil, cuyo funcionamiento se base en el electromagnetismo. Renuncie a la televisión, pues se basan en el control del plasma o el efecto fotoeléctrico. Renuncie a hacerse resonancias magnéticas en un hospital. Renuncie a hacerse radiografías, basadas en descubrimientos de una familia de científicos. Renuncie a la televisión por satélite y los navegadores GPS, desarrollados gracias a los «carísimos» estudios en tecnología espacial. Renuncie a la electricidad, desarrollada por científicos, a los que usted llama «alquimistas»
Aunque en el fondo, supongo que usted jamás llegará a leer esto, pues también renegara de la Web, parte de cuya tecnología fue creada por los «pedigüeños de fondos públicos del CERN» y estará leyendo y releyendo el Génesis.
PD: En meneame también están hablando del tema
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